Hola amigos!! En esta ocasión, les dejamos un corto, pero bonito descenso circular, poco transitado, por los altos de Candelaria, desde donde en el mayor de sus saltos, podemos observar en días despejados, la Isla vecina de Las Palmas de Gran Canaria y donde también en días con niebla, ese descenso se vuelve mágico.
Para iniciar el descenso del barranco, nos dirigimos hacia la Esperanza. Aproximadamente a unos 300 metros por encima de la entrada del Forestal Park, vamos a ver una señal en el carril derecho, que indica el campamento Quimpi y a mano izquierda, tenemos una pista señalizada con un cartel que pone «El Centeno a 150m» (la señalización del cartel, se encuentra en sentido de bajada), entramos por esta pista. Subimos por la pista, hasta llegar a una valla y es en ese punto, donde dejamos los coches para continuar a pie.
Atravesamos la valla y caminamos por la pista unos 750m. En este punto encontramos el cauce del Descenso del Barranco de Lere. Continuamos caminando por la pista unos 850m, siendo en total desde el comienzo de la pista hasta el momento en que nos desviamos hacia el cauce, de unos 1.600m aproximadamente, y comenzamos a bajar por el cauce del Diablillo. A unos pocos metros de la pista tenemos el primer rápel de 21m. En esta reunión hay que tener cuidado, ya que está algo expuesta y hay bastante pinocha.
Caminamos entre pinocha y bastantes piñas, encontrándonos algún destrepe, hasta llegar al R2, de 12m.
Continuamos caminando, solventando nuevos destrepes, hasta llegar al R3, de 7m. Este barranco es corto y las distancias entre los saltos tampoco son largas. Justo después tenemos el R4 y el R5, saltos los dos, de 8m.
Seguimos avanzando entre más pinocha y piñas, hasta llegar al mayor de los saltos, el R6 de 38m. La reunión, casi parece estar en un mirador natural, donde en días despejados, se puede disfrutar de abundante vegetación, el mar al fondo e incluso podemos ver con bastante claridad, la Isla vecina de Las Palmas de Gran Canaria.
Volvemos a ponernos en marcha y a unos pocos metros, tenemos el R7, de 15m. Un bonito y pequeño rápel, algo encajonado gracias a una pared rocosa, que sobresale por un lateral.
Y llegamos al R8, último rápel de 8m. Una vez aquí, avanzamos un poco por el cauce y al pasar una gran pared de piedra en el lateral izquierdo, fácilmente identificable, por las franjas de colores en la parte inferior, debemos estar pendientes, ya que el escape se encuentra un poco más abajo, subiendo por una pared rocosa en el lado izquierdo del cauce, que sobresale entre la pinocha. Si nos despistamos del escape e intentamos seguir bajando, justo después hay un buen salto, que hasta el momento, no está equipado, por lo que mirando hacia atrás, vemos el escape.
Seguimos la estrecha senda cubierta de pinocha, extremando la precaución para evitar resbalar y en un corto tramo, llegamos a la pista.
En un momento la pista se bifurca y continuamos hacia el lado izquierdo, ascendiendo, hasta llegar a otro cruce que puede pasar desapercibido, en el que tomaremos la senda, que sube por el lateral de la pista, a mano izquierda. Esta senda, nos llevará de nuevo a la pista, haciendo de atajo. Seguiremos subiendo, pasando por el final de la senda que unía la pista, al cauce del Barranco de Lere y pasando dicho cruce, llegamos al punto de inicio donde comenzamos la ruta a pie.
Este descenso circular es de dificultad media, por la altura del sexto rápel, ya que el resto de los saltos, no son de gran tamaño. La senda por la que salimos del cauce es algo estrecha, por lo que para personas con miedo a las alturas, puede resultar un poco complicada, pero el recorrido por la misma, no es largo, aunque hay que extremar la precaución, ya que tiene bastante pinocha y se puede resbalar.
Recordamos que la altura de los rápeles son aproximadas.
Y como siempre, cuidemos el entorno. No es nuestro cubo de basura 😉
Hasta la próxima!
- La información detallada es este blog es solo informativa. Las condiciones y el terreno siempre pueden variar. No actuamos como guías, por lo tanto aconsejamos que si no se conoce el terreno, la actividad y las condiciones meteorológicas que se puedan dar, ir acompañados por una persona experta en la actividad o no realizarla.
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