Cuando en una única aventura haces una caminata, disfrutas de la playita con bonitas vistas y tienes la posibilidad de hacer un rápel opcional, no podemos dejarla pasar. ¿Quien dice que no se puede tener todo?
Comienzo de la Aventura:
Para comenzar este pateo, nos dirigimos hacia la TF-5, salimos de la autopista por la salida 28 y al llegar a la rotonda, cogemos la primera salida, hacia el Camino del Mar. Bajamos por la calle y vamos a tener el cauce, justo a nuestra derecha. Aparcamos el coche, al lado de unos adosados, que se encuentran al lado del comienzo del recorrido.
Podemos ver una barandilla de madera y escalones de piedra, que marcan el recorrido, hasta el cauce del barranco. Al comienzo del sendero, hay un cartel advirtiendo del peligro de desprendimientos y del paso bajo nuestra responsabilidad.
Al fondo del cauce, podemos ver una gran pared de unos 80m, un fantástico rápel aunque en esta ocasión, no lo vamos a realizar. Esta vez, solo lo miramos con desconsuelo.
Continuamos bajando por el camino, con increíbles vistas de la playa y el roque. Algunas barandillas están caídas. Se puede apreciar que esta parte de la ladera, es inestable y hay peligro de desprendimientos en cualquier momento.
El camino es corto hasta el cauce. Llegamos a un pequeño túnel de vegetación y a unos pocos metros ya estamos en el mismo.
Avanzamos unos metros en dirección a la playa, y a mano izquierda, se puede distinguir fácilmente, un pequeño rápel de unos 15m aproximadamente. Este rápel no es necesario hacerlo, porque se puede seguir por el camino a la playa, pero nos teníamos que quitar el gusanillo.
Una vez descendemos este bonito rápel, continuamos hacia la playa para pegarnos un refrescante baño. Las vistas del Roque de la Playa son increíbles, en este roque nidifica el Petrel de Bulwer.
Nos acercamos hasta el roque y las vistas hacia la playa y el barranco, no tienen desperdicio, al igual que el salvaje bufadero que se encuentra en el Roque.
Una vez terminamos de disfrutar del agüita, tomamos el sendero de salida que se encuentra al otro lado del cauce.
El camino comienza bastante firme en un principio, pero también hay tramos en los que han habido desprendimientos y hay que solventar el terreno desprendido, pequeñas montañitas de tierra y piedras pequeñas, que no conlleva gran dificultad, hasta el momento.
Las vistas cada vez más elevadas de este lado del barranco son espectaculares, ofreciéndonos una bonita imagen de la playa y el roque, donde podemos apreciar hasta el fondo del mar, con sus aguas cristalinas y parte de la costa norte.
Seguimos avanzando, hasta llegar a una puerta de metal, por la que pasamos entre casas y huertas, hasta llegar al segundo vehículo., que habremos dejado en un principio cerca del puente que cruza por debajo de la autopista.
Conclusiones:
Esta ruta es lineal, de unos 2,5 km. Es muy sencilla de realizar, pero conlleva un alto peligro de desprendimientos, por ambos lados del cauce. Es recomendable bañarnos con el mar en buenas condiciones, ya que es una playa de piedras, si rompe el mar con fuerza, salir se complica bastante, además de que con marea alta, puede cubrir la playa. El roque está algo alejado, por lo que si hay corriente, podría darnos algún sustito.
Y como siempre, cuidemos el entorno. No es nuestro cubo de basura 😉
Hasta la próxima!
- La información detallada es este blog es solo informativa. Las condiciones y el terreno siempre pueden variar.
- No actuamos como guías, por lo tanto aconsejamos que si no se conoce el terreno, la actividad y las condiciones meteorológicas que se puedan dar, ir acompañados por una persona experta en la actividad o no realizarla.