Bonito descenso de barranco circular, con sencillos saltos, pozas y hermosas vistas. Un barranco poco transitado, perfecto para disfrutar del paisaje, la tranquilidad y la naturaleza.
Para iniciar el descenso del barranco, nos dirigimos hacia la Esperanza. Aproximadamente a unos 300 metros por encima de la entrada del Forestal Park, vamos a ver una señal en el carril derecho, que indica el campamento Quimpi y a mano izquierda, tenemos una pista señalizada con un cartel que pone «El Centeno a 150m» (la señalización del cartel, se encuentra en sentido de bajada), entramos por esta pista. Subimos por la pista, hasta llegar a una valla y es en ese punto, donde dejamos los coches para continuar a pie.
Atravesamos la valla y caminamos por la pista unos 750m y a la izquierda bajamos al cauce. Caminamos por el cauce y enseguida nos encontramos el primer rápel de 12 metros, algo encajonado y con una pared cubierta de musgo, que no nos deja indiferentes.
Caminamos un pequeño tramo y llegamos al segundo rápel, de 10 metros.
Continuamos por el cauce, con un pequeño destrepe de metro y medio y llegamos al tercer y cuarto rápel de 4 metros y 15 metros, este último con una pequeña poza, que se puede esquivar fácilmente.
Seguimos nuestro recorrido con algunos pequeños destrepes, hasta llegar al quinto salto, uno de los mayores de 23 metros. Al no tener los saltos más altos, paredes verticales que pueden impresionar más, hacen de este barranco, un barranco perfecto para iniciarse en el barranquismo.
El sexto salto se puede rapelar desde un cordino de un árbol, siendo de una altura de unos 7 metros, aunque en nuestro caso lo destrepamos.
A continuación tenemos el rápel 7 y 8, de 18 y 5 metros consecutivamente.
En este descenso, los rápeles están prácticamente seguidos, hay que caminar muy poco entre los saltos. En este último tramo, tenemos un par de destrepes más, dos últimos saltos uno de unos 6 metros y el último y mayor de 26 metros y entre ellos tenemos una poza que destaca en medio del paisaje y que bordeamos para continuar.
Al terminar el décimo salto, tenemos un último destrepe y a continuación nos desviamos del cauce por una estrecha senda que encontramos a la izquierda y por la que después de unos metros, llegamos a la pista por la que subimos de nuevo hasta llegar al coche.
Este descenso circular es de poca dificultad, perfecto para iniciarse en el barranquismo, ya que los rápeles no son grandes y los más altos, tal y como decíamos, no son paredes verticales que siempre impresionan más en un principio. La senda por la que salimos del cauce es estrecha, por lo que para personas con miedo a las alturas, puede resultar un poco complicada, pero el recorrido por la misma, no es largo.
Recordamos que la altura de los rápeles son aproximadas.
Y como siempre, cuidemos el entorno. No es nuestro cubo de basura 😉
Hasta la próxima!
- La información detallada es este blog es solo informativa. Las condiciones y el terreno siempre pueden variar. No actuamos como guías, por lo tanto aconsejamos que si no se conoce el terreno, la actividad y las condiciones meteorológicas que se puedan dar, ir acompañados por una persona experta en la actividad o no realizarla.