El Barranco de la Magdalena, en Tenerife, es un barranco con hermosas formas escupidas en sus paredes, pequeños saltos y pasillos estrechos que hacen de este descenso una bonita experiencia.
Comienzo de la Aventura:
Para llegar al punto de inicio del descenso, nos dirigimos hacia Vilaflor. En la carretera TF-21, a la altura del PK 59,5, dejamos nuestro coche (o en algún apartadero cercano si en el comienzo de la ruta no hay espacio).
Desde este punto comienza una subida progresiva que conduce hacia el Sombrero de Chasna. En el desvío que sube directamente al Sombrero, nosotros continuamos recto, evitando la zona de escalones de piedra. Seguimos por el sendero por el que regresamos cuando hicimos la Ruta Circular al Sombrero de Chasna.
Este sendero nos dirige hacia el cauce del Barranco de la Magdalena, cruzando antes el Barranco de las Lajas en su tramo inicial.
Cauce del Barranco:
Justo antes de descender al cauce, tenemos un encuentro increíble: vemos por primera vez un muflón en persona. Un momento fantástico en esta nueva aventura, aunque apenas nos dio tiempo de hacerle una foto antes de que desapareciera. No estaba muy por la labor de posar para el vídeo 😅
Avanzamos por un cauce sencillo y sin complicaciones hasta llegar al R1, un pequeño rápel de 6 m que puede destreparse con cuidado, aunque también cuenta con instalación.
Seguimos progresando con algunos destrepes fáciles y superando alguna pequeña poza que aún conserva agua de la borrasca Claudia. Así llegamos al siguiente salto, el R2, otro rápel de 14 m que también se puede destrepar con cuidado por un lateral. Desde aquí nos aproximamos al R3, el mayor salto del descenso. Con unos 27 m, no es un rápel muy largo, pero su forma y sus paredes lo convierten en uno de los más espectaculares del barranco. Las bonitas formaciones de roca ya empiezan a destacar claramente.
Continuamos avanzando entre varios destrepes —algunos algo más delicados— hasta llegar al R4, un rápel de 11 m con unas vistas preciosas del Sombrero de Chasna justo detrás.
Tras superar algún destrepe más y evitar alguna poza, alcanzamos el R5, un bonito rápel de 10 m en el que debemos dirigirnos hacia la derecha de la cuerda para evitar la poza y salir a una repisa. Este rápel puede evitarse descendiendo por un lateral.
Después de numerosos destrepes finales llegamos al R6, el último rápel del descenso, de 15 m. Este salto es imposible que pase desapercibido cuando subes por la TF-21 en Vilaflor, ya que las formaciones rocosas en esa curva son realmente espectaculares. Este último rápel, también se puede evitar, antes de llegar a la reunión por su derecha.
Escape:
Una vez completado el R6, solo queda dirigirnos hacia la carretera, que desde el propio rápel es claramente visible. Subimos por el lateral izquierdo del puente por el que pasa la TF-21.
Ya en la carretera, únicamente tenemos que regresar al coche. En nuestro caso volvimos caminando hasta el punto de partida, pero si se realiza el descenso con dos vehículos, se evita el retorno a pie de aproximadamente 2,9 km.
Conclusiones:
Este descenso puede realizarse como ruta circular, aunque también es perfectamente posible hacerlo con dos coches, evitando así los 2,9 km de retorno al punto de inicio. El trayecto del barranco en sí, desde el punto de entrada hasta el final, tiene solo 2,8 km.
Desde nuestro punto de vista, es un descenso de poca dificultad, ya que la mayoría de los saltos son pequeños, siendo el mayor de unos 27 m. Existen algunos destrepes algo más delicados, pero en general el barranco ofrece múltiples puntos de escape a lo largo de casi todo el recorrido.
Y como siempre, cuidemos el entorno. No es nuestro cubo de basura 😉
Hasta la próxima!
- La información detallada es este blog es solo informativa. Las condiciones y el terreno siempre pueden variar.
- No actuamos como guías, por lo tanto aconsejamos que si no se conoce el terreno, la actividad y las condiciones meteorológicas que se puedan dar, ir acompañados por una persona experta en la actividad o no realizarla.
- Recordamos que la altura de los rápeles son aproximadas.