Descenso del Barranco del Batán, un Parque Acuático Natural en Anaga

Descender el barranco del Batán en temporada de lluvias, es pura diversión y belleza. Toboganes naturales, pozas a las que saltar, cascadas que rapelar, en un espacio natural que nos dejará con la boca abierta.

Nos dirigimos al caserío del Batán, donde no tendremos problema para aparcar. Vamos dirección hacia la plaza del caserío, donde tenemos unas vistas impresionantes del valle de los Batanes.

Bajamos por las escaleras de piedra hacia el cauce del barranco. El sendero es algo empinado y en épocas de lluvias puede ser resbaladizo.

Una vez en el cauce, en seguida nos empezaremos a encontrar charcos y numerosas pozas de agua a las que entraremos caminando, deslizándonos por toboganes de piedra o saltando a ellas  ; )

Los saltos a las pozas son de aproximadamente unos 2 metros el mayor y en algunas pozas no se hace pie. Todo depende de las lluvias caídas.

En épocas de lluvia, este barranco lleva agua durante todo el descenso, por lo que la diversión está asegurada y le confiere una belleza especial.

Continuamos el curso del agua, a veces también entre pasillos de cañas, hasta llegar al primer rápel de unos 20 metros aproximadamente, en una cascada algo encajonada que acaba en una gran poza, en la que antes de terminar el rápel, damos un salto para caer en el agua, porque en este barranco lo pasamos como niños!!  ; )

Avanzamos entre abundante vegetación, paredes salpicadas de tonos rojizos, verdes, grises… numerosas pozas, muchas de ellas salvables, pero con lo que nos gusta remojarnos… nosotros las saltamos, caminamos y deslizamos!!

Llegamos al segundo rápel, una cascada de unos 6 metros, que acaba en una poza poco profunda.

Continuamos con más pozas, saltos, toboganes y destrepes, hasta llegar al tercer rápel de unos 6 metros, aunque no lo bajamos rapelando, no, nos deslizamos por unos 6 metros de tobogan de piedra natural, una gozada!!

Al llegar al cuarto rápel, de unos 7 metros, las vistas todavía son más impresionantes si cabe. Dos pozas escalonadas con sus respectivos saltos de aguas y unas impresionantes vistas del barranco.

Terminamos el R4, saltamos a otra gran poza que casi parece un pequeño lago entre paredes de diferentes colores, una maravilla!! Continuamos por algunas pozas más, saltos y toboganes, transitando por un cauce cada vez más plano, hasta llegar al quinto y último rápel, de unos 12 metros, al lado de una pequeña cascada, que acaba en otra poza de agua.

A partir de este momento terminaremos de recorrer el cauce, hasta llegar al inicio del camino del Tomadero, descendiendo el cauce del barranco, a mano izquierda, antes de llegar a la casa del mismo nombre. Por este último tramo, en fuerte subida de expectaculares vistas y escalones tallados en la piedra, llegaremos al punto de partida.

Este descenso lo consideramos de dificultad media. Los rápeles son de poca altura. Los recorridos a pie, pueden ser resbaladizos y el ascenso de vuelta pronunciado y para personas con miedo a las alturas, puede parecer algo estrecho, pero desde nuestro punto de vista, no conlleva ningún peligro digno de mención, siempre que se actúe con precaución.

Recordamos que la altura de los rápeles son aproximadas.

Y como siempre, cuidemos el entorno. No es nuestro cubo de basura ; )

Hasta la próxima!

  • La información detallada es este blog es solo informativa. Las condiciones y el terreno siempre pueden variar. No actuamos como guías, por lo tanto aconsejamos que si no se conoce el terreno, la actividad y las condiciones meteorológicas que se puedan dar, ir acompañados por una persona experta en la actividad o no realizarla.

 

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